Licenciado en historia del Arte por la Universidad de Salamanca y en restauración y conservación por la universidad de Barcelona, Diego encarna los valores y cualidades que siempre queremos mostrar en la obra de los artistas en los que creemos.
Sus conocimientos técnicos y su búsqueda de un lenguaje propio se han hecho patentes a lo largo de una prolífica y ecléctica carrera. Desde las delicadas series naturales hasta sus maravillosos murales, todos los trabajos de Vallejo-García nos han ido conquistando por esa sensibilidad especial que se percibe en cada una de sus piezas.
No hay mejor pintor que el que sabe transmitir algo intangible a través de una imagen, y Diego, sin duda, logra trasladarnos a su particular realidad.
En su pintura, inmortaliza una generación y un momento social que están llenos de movimiento y diversión pero que también despersonaliza al individuo. Tiempos de ocio, de tránsito o simplemente escenas cuyo componente narrativo las hace tan evocadoras como cercanas, en las que juega con atmósferas envolventes y nos transporta a un viaje onírico de juventud y amistad.