Nacido en 1950 en Baltimore, EEUU, cursó sus estudios de Bellas Artes en Maryland y su Maestría en la Academia de Bellas Artes de Nueva  York.

Desde entonces ha compaginado su obra pictórica con su trabajo como docente en diversas universidades y academias superiores de Arte. 

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Sus trabajos han sido mostrados en  diversos salones y Bienales (entre ellos el afamado Salon d´Automne de Paris), museos  (El Louvre, el Prado, el Metropolitan de Nueva York , la Legion de Honor de San Francisco o el European Museum of Modern Art en Barcelona) y diversas galerías en Alemania, Dinamarca, Canadá, Israel, Mallorca, Moscú, Londres, Los ángeles,  Oslo, Nueva York, y ahora, Madrid (espacio75). 

La narrativa de su obra, de marcado acento norteamericano, es tremendamente respetuosa con la herencia recibida de los grandes pintores realistas americanos de principios del siglo XX; en concreto, de la escuela Ashcan de NY (Hopper, George Bellow, John French Sloan), de los regionalistas (Grant Wood, Thomas Hard Benson o John Steuart Curry) e incluso de los menos figurativos.

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Mark, como ellos, también representa sus vivencias, las imágenes que le han rodeado en su vida y que actualmente sigue observando a su alrededor, dejando registro con su obra de un momento social y de un estilo de vida.

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Técnicamente, se le ha llegado a denominar “el gran pintor impresionista americano”, por su forma de captar las luces tanto naturales como artificiales. En muchos de sus trabajos podemos ver el uso de la fotografía como referente, de los flashes de las cámaras e incluso de las luces de los móviles. 

Sus óleos nos sugieren libertad, alegría, cambio de hábitos, cambios sociales, juventud e inconsciencia…